Preparación para travesías cortas

Para una travesía que no supere las cien millas, es también fundamental hacer una preparación  previa que hará  la navegación más segura y confortable.

Es necesario preparar la ruta a seguir durante la travesía. Sería ideal hacerlo sobre una carta de papel, y posteriormente, como es habitual en la actualidad, sobre el GPS o plotter. En ambos casos se debe comprobar la zona de navegación que cubre el recorrido, los posibles obstáculos, como boyas de señales, zonas restringidas, o zonas de calado reducido.

Con un GPS/Plotter es fácil marcar rumbos y puntos de paso (waypoints), por trazar la ruta más segura.

Electrónica

Siempre es mejor contar con toda la tecnología que se tenga disponible a bordo. Ésta hará que la navegación sea más confortable y segura. Por ello se debe comprobar en primer lugar el funcionamiento de la radio y también del resto de ayudas electrónicas de a bordo, como podría ser radar, GPS/Plotter, entre otros. Aprovechando el control de la electrónica, se hará lo mismo con las baterías, por si algunas están en mal estado o no reciben la carga adecuada.

Combustible

No es recomendable llegar al límite de la autonomía de la embarcación. También es conveniente llevar a bordo una cantidad de combustible superior a la que se necesite para la travesía. Lo aconsejable es cargar al máximo el depósito de a bordo, comprobando además que  los filtros y las llaves de paso están en correcto estado de funcionamiento.

Motores

A pesar de que se tenga por costumbre una revisión periódica del estado de los motores, antes de zarpar se debe comprobar el nivel de aceite, tanto del cárter como de la caja de engranajes de la transmisión, por si tienen pérdidas, entradas de agua o es necesario completar. Si los timones son hidráulicos, hay que moverlos repetidas veces a ambas bandas para ver si funcionan correctamente y no haya aire en el circuito.

Correas

Dependiendo del tipo, tamaño, potencia y sofisticación del motor, éste tendrá una o varias correas de transmisión, encargadas de conectar elementos como la bomba de refrigeración, el alternador de carga o incluso la servodirección. Para evitar que se deterioren demasiado rápido y que cumplan con su función, deben mantenerse con la tensión que indica el fabricante. De todas formas, habría que tener repuesto a bordo da cada una.

Meteorología

Es recomendable, desde varios días antes de zarpar, estudiar las páginas webs de meteorología de la zona de navegación, eso permite tener una idea de cómo ha ido evolucionando el tiempo. En cualquier caso, es imprescindible analizar el parte del día anterior e incluso del mismo día, para ver datos más reales y acertados.

Horario de salida

La hora de zarpar vendrá determinada por aspectos como la afectación de las mareas en la zona, la distancia real a nuestro puerto de arribada o incluso las condiciones meteorológicas. Es recomendable salir al amanecer para llegar al punto de destino antes de que empiece a levantarse el viento térmico, que puede hacer que las olas hagan más incómoda la navegación.

Guardias

En una embarcación a motor rápida o en un moderno crucero que puede mantener regímenes de crucero elevados por encima de los 20 nudos, una travesía de 100 millas apenas nos llevará unas cinco horas. Por ello se considera que todo el mundo estará despierto, aunque uno solo se mantenga todo el tiempo al timón. Cuando se trata de motores con promedios sobre los 10 nudos o incluso veleros a motor navegando sobre los 7 nudos, será necesario programar guardias, tanto de timón como de acompañamiento.

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