Que los antiguos barcos de madera son mucho más propensos a la aparición de incendios que las modernas embarcaciones de fibra, es una falsa creencia.
En la actualidad nuestros barcos cuentan con unos circuitos eléctricos más complejos, llevamos a bordo más material electrónico y esto aumenta el riesgo de que se produzca un incendio.
La utilización de este tipo de materiales tenga ventajas en cuanto al mantenimiento, comodidad y duración de los mismos, pero todos debemos ser conscientes de que se trata de elementos altamente inflamables y que propagan rápidamente el fuego. Pero no sólo eso, al entrar en combustión, emite humos tóxicos y gases que, además de peligrosos, pueden inflamarse.
¿Qué provoca el fuego?
El inicio del fuego se encuentra siempre en un material que haya alcanzado una temperatura tal que llegue a degradarlo térmicamente y emita un gas inflamable. A partir de aquí y para que se provoque el incendio deben darse tres condiciones (lo que se conoce como “triángulo de fuego”):
– Un combustible: puede ser sólido, líquido o gaseoso. Se trata del elemento en llamas.
– Una energía de activación (degradación térmica). Es el calor.
– Un comburente (por lo general, el oxígeno presente en el aire).
Cada material tiene su propia temperatura de inflamación, es decir, una temperatura a partir de la cual se enciende.
Focos de incendio a bordo
A nivel general, en un barco podemos hablar de cuatro posibles focos de incendio:
1.- El motor
– Deberá estar siempre perfectamente limpio.
– Conviene airearlo antes de arrancarlo.
– Repostar siempre con el motor parado.
– Siempre deberá existir un orificio de acceso al motor, de manera que podamos proyectar por él el polvo del extintor en caso de ser necesario.
– Prestar especial atención a los bidones de combustible en los días de calor, enfriándolos en caso de que se calienten en exceso.
– Realizaremos revisiones periódicas de todas las conexiones eléctricas, sobre todo de aquellas por las que pase gran cantidad de corriente. En estas revisiones deberemos poner especial atención a cualquier posible pérdida de combustible o de aceite, lo cual debe ser reparado de manera inmediata.
– Nunca dejaremos trapos sucios en el compartimento del motor.
– No conviene almacenar productos inflamables cerca de las partes calientes del motor.
2.- La cocina
– Vigilaremos el tener siempre la llave de paso del gas a mano (en caso de que se use como combustible en el barco), de manera que podamos acceder a ella fácil y rápidamente para cerrarla en caso de urgencia.
– Conviene tener el hábito de cerrar el gas después de cada uso. Además es imprescindible hacerlo siempre que nos vayamos a dormir y al irnos del barco.
– Siempre se apagarán todas las llamas cuando nos dispongamos a cambiar una bombona.
– Nos mantendremos constantemente alerta, oliendo el circuito de gas para comprobar que no existen salidas y que el tubo se encuentra perfectamente ajustado.
– Evite tener cerca de la cocina el típico rollo de papel o trapo que, en muchas ocasiones, son las causas principales de fuego.
– Aunque pueda resultar exagerado, no estará de más que vigilemos incluso el tipo de ropa que nos ponemos para cocinar ya que algunas prendas pueden inflamarse con rapidez.
– Tenga siempre a mano un extintor adecuado.
3.- Los circuitos eléctricos
– Revisar periódicamente los cables, fusiles, contactos… En la gran mayoría de embarcaciones existe un lío de cables tal que no sólo hace complicadísima la reparación de cualquier problema, sino que, en caso de que exista una simple chispa, correremos el riesgo de que se genere un cortocircuito que daría origen a un incendio.
– No manipular ningún tipo de circuito sin tener las nociones para hacerlo.
– Cada línea deberá estar protegida mediante su correspondiente fusible.
– Cada conexión debe poder identificarse de forma fácil. Tener un esquema lo más claro posible de toda la instalación.
– Se evitarán las conexiones vía regletas, las conexiones de una línea a otra ya existente, sustituciones de fusibles por otros de mayor capacidad.
– Sustituiremos cualquier cable que parezca estar en malas condiciones. Hay cables ignífugos que no propagan las llamas.
– Cortar la electricidad durante la noche y al irnos del barco.
4.- Productos inflamables
– Si disponemos de velas y lámparas de petróleo, las apagaremos al acostarnos.
– Cualquier combustible deberá ser guardado en contenedores metálicos, lo más lejos posible de los focos de calor.
– Evite rellenar los bidones de combustible.
– Especial cuidado hay que tener con los productos que se presentan en aerosol, altamente inflamables, por lo que será necesario reservarles un lugar donde no estén expuestos al calor ni a los golpes.
– Deseche en un lugar adecuado el aceite usado del motor.
– Procuraremos no fumar a bordo y en caso de hacerlo, nunca tiraremos las colillas a la basura o por la ventanilla.
Además de todo esto, existen una serie de pautas de comportamiento que deben ser tenidas en cuenta a la hora de luchar contra el fuego, como la necesidad de protegernos adecuadamente si vamos a intentar sofocarlo. Es recomendable taparnos la cara con un pañuelo de algodón húmedo y cubrirnos el pelo con un gorro.
En caso de que nos resulte posible, nos protegeremos del fuego con una puerta, mamparo o panel móvil; arrastrándonos en todo momento para limitar los efectos del calor y del humo. Debemos ser conscientes del gran peligro que supone el inhalar los gases tóxicos que se desprenden de la combustión de los materiales que tendremos a bordo, por lo que mantenernos alejados del humo resulta necesario.
A la hora de luchar contra el fuego, deberemos comenzar siempre atacando desde la base del fuego, nunca a las llamas directamente.
El extintor
Es uno de los elementos principales del equipamiento de seguridad exigido en un barco. Debemos conocer los diferentes tipos que existen, saber dónde colocarlos, cómo se utilizan y cuál es la forma de mantenerlos en perfecto estado.
Tipos de extintores
– Tipo A: Fuegos Secos: sustancias sólidas. Utilizan un procedimiento de extinción por enfriamiento.
– Tipo B: Fuegos Grasos: sustancias líquidas o licuables bajo la acción del calor. Utilizan un procedimiento de extinción por sofocación y/o inhibición.
– Tipo C: Fuegos de Gas: butano, propano… Utilizan un procedimiento de extinción por sofocación y/o inhibición.
Los extintores tienen un periodo de vida limitado, que suele venir indicado al lado de las instrucciones de uso. Durante la vida del extintor, conviene revisar de manera periódica:
– El tubo flexible.
– La correcta colocación y forma del pasador de seguridad.
– La anchura del cono de proyección.
– La anchura del sistema de control, en los que lo tengan.
– Abriremos para vaciar el polvo y comprobar que no haya grumos.
– Agitar de vez en cuando para evitar que el polvo se amalgame.
– Lo haremos recargar siempre que se utilice, aunque sólo se haya usado parcialmente.
– Controlaremos regularmente el indicador de presión del fondo del aparato.
Dónde colocar un extintor
Tener en cuenta a la hora de seleccionar el lugar adecuado para la colocación de los extintores dentro del barco:
– Alcanzar como mínimo a uno de ellos desde la litera, desde la cocina y desde el timón.
– Se colocarán de tal manera que el fuego no impida nunca la posibilidad de tomar al menos uno de ellos.
Utilización del extintor
Lo primero es leer con atención las instrucciones que el propio extintor traerá escritas; si bien en general podemos decir que para poner en funcionamiento el extintor deben realizarse los siguientes pasos:
– Tirar del pasador de seguridad.
– Sostener o tirar de la empuñadura.
– Apuntar a la base del fuego.
– Apretar el disparador.
– Proyectar chorros discontinuos.
– Mantenerse aproximadamente a un metro del fuego, para que el polvo actúe con total eficacia.
Importante: jamás apuntaremos con él directamente a una persona.